Relojería suiza: cifras clave
Próspera y envuelta en el máximo secreto: así podemos definir la relojería suiza. En efecto, pocas son las cifras disponibles y, lo que es más relevante, ninguna ha sido publicada directamente por las marcas relojeras. Sólo la Federación de la Industria Relojera publica regularmente los datos oficiales en materia de exportaciones, al igual que la Asociación Patronal del ramo, que publica cifras sobre la situación del empleo en el sector relojero. Por último, determinados institutos privados distribuyen algunos datos, siempre con cuentagotas, que emanan de sus propias estimaciones*.
¿Qué lugar ocupa la industria relojera en Suiza y en el mundo? ¿Cuáles son las marcas más poderosas? ¿Quiénes son los clientes de la relojería suiza? ¿Cuál es su competencia? Montres Le Guide ha llevado a cabo este estudio e invita a sus lectores a sumergirse en el fascinante mundo de la relojería revelando (algunos) de sus secretos mejor guardados.
La relojería suiza, número uno del mundo (por valor)
Suiza exportó 29,2 millones de relojes acabados en 2012, lo que refleja una caída del 2,2% en un periodo de un año. No obstante, esta cifra sólo representa el 2,5% de los 1.200 millones de relojes fabricados anualmente en el mundo. Es decir, una nimiedad, al menos en términos de volumen. Porque China es, con diferencia, la potencia indiscutible: con 663 millones de ejemplares en 2012, es el principal país exportador de relojes acabados del mundo; Seguido de Hong Kong, con 354 millones de unidades. Suiza ocupa el tercer puesto. No obstante, esta clasificación se invierte cuando hablamos de valor: en este parámetro, Suiza vuelve a hacerse con el número uno: un 95% de los relojes vendidos por más de 1.000 francos se fabrica en el país helvético. Asimismo, cabe destacar que un reloj suizo costaba, de media, 739 dólares en 2012 (688 dólares en 2011), frente a los casi 3 dólares de media que se pagan por un reloj procedente de China.
Nuevo récord para las exportaciones relojeras suizas
La relojería suiza no tiene equivalente en el mundo. Esta afirmación, por banal que sea, resulta incontestable. Sobre todo, si tenemos en cuenta los últimos —y excelentes— datos de las exportaciones relojeras que Suiza lleva a cabo en un año. En 2012, las exportaciones alcanzaron los 21.400 millones de francos, lo que supone un aumento del 10,9% con respecto a 2011. En 2011, éstas ya ascendían a 19.300 millones de francos (una subida del 19,2% en un año). Por tanto, a pesar de la desigualdad de la situación económica internacional, los hechos son innegables: las exportaciones relojeras suizas han confirmado el buen estado de salud del ramo, que ha vivido dos años consecutivos de máximos históricos. El 2013 debería continuar en la senda de la estabilización en niveles récord, con crecimiento, desde luego, aunque menos acelerado. Una tendencia que ya se había iniciado, puesto que el crecimiento pasó de un 19,2% en 2011 a un 10,9% en 2012.
¿Quién compra relojes suizos?
En 2012, todas las regiones de exportación experimentaron una subida. Europa protagonizó el crecimiento anual más marcado (del 16,3%), con un valor que asciende a los 6.500 millones de francos. El Viejo Continente, que absorbe el 30% de las exportaciones relojeras helvéticas, incluso le arrebata cuota de mercado a Asia, que, pese a todo, sigue acaparando un 54% de las exportaciones, por valor de 11.600 millones de francos. En lo referente a los destinos por país, el mercado principal sigue siendo Hong Kong, que continúa desempeñando el papel de centro neurálgico comercial de Asia y adquirió el 20,4% de los relojes suizos (por un valor de 4.400 millones de francos). Justo detrás de Hong Kong, se encuentran Estados Unidos (con un 10,2%, por valor de 2.200 millones) y China que, con una cuota de mercado de 7,7% que asciende a los 1.600 millones de francos. Es, por segundo año consecutivo, el tercer comprador más importante de relojes suizos. En Europa, Alemania adquirió relojes suizos por valor de 1.200 millones de francos, lo que supone un incremento notable del 33,1% en un año y la sitúa en el quinto puesto de la clasificación.
Un sector que genera empleo
El sector relojero y de la microtecnología emplea actualmente en Suiza a casi 56.000 personas, una cifra que ha crecido un 5,7% y que no tiene precedentes desde hace más de 35 años. Hemos de remontarnos a 1975, esto es, al inicio de la crisis relojera, para encontrar una cifra similar a la de 2012 (exactamente, 55.816 trabajadores). Desde el censo realizado en 2010, el incremento en la mano de obra asciende a 7.268 personas (un 15%). Por tanto, la destrucción de 4.800 empleos entre finales de 2008 y principios de 2010 ha quedado más que superada. El trío de cantones con mayor dedicación a la relojería en términos de empleados está integrado por Neuchâtel (15.323 trabajadores), Berna (11.184 empleados) y Ginebra (9.358 empleados). El sector relojero puede presumir de contar con un nivel de cualificación del personal que sigue siendo el más elevado: el porcentaje de trabajadores con una titulación profesional o con formación superior es del 62,9% (61,5% en 2011), esto es, dos tercios de la mano de obra. Hace 20 años, este grupo ascendía únicamente a un tercio.
Principales, materiales de los relojes «Made in Switzerland»
El oro es el material que más creció en 2012. No obstante, oro y acero evolucionan prácticamente al mismo ritmo en términos de valor. De los 21.400 millones de francos en exportaciones, los relojes de oro representan 7.300 millones de francos, cifra que revela una subida del 20,5%, mientras que las piezas de acero suponen 7.600 millones de francos, experimentando así un crecimiento (menos espectacular) del 8,2%. A estos les siguen los relojes bimetálicos —fabricados normalmente en oro y acero—, con 3.300 millones de francos (y una subida del 5,3%). En número de piezas, el acero sigue ocupando el primer puesto, con un 53% frente al 2% de los metales preciosos.
Trío líder del COSC
El Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), toda una institución en el mundo de la relojería de alta gama, es un órgano independiente que tiene como objetivo comprobar la precisión de los movimientos con segundero. Y certificarlos. Tras varios días de pruebas en distintas posiciones y a diversas temperaturas, el COSC les otorga o no la certificación de «cronómetro» (no confundir con el instrumento que sirve para medir lapsos de tiempos cortos, denominado «cronógrafo» o incluso “cronoscopio”). El COSC se encarga de los calibres mecánicos y de los movimientos de cuarzo. En 2012, unas cincuenta marcas o fabricantes de movimientos sometieron sus calibres a las pruebas del COSC. En total, 1.730.000 movimientos han obtenido la famosa certificación, todo un récord. Hace varios años que el trío líder permanece intacto: Rolex ocupa el primer puesto, con 798.935 movimientos certificados por el COSC en 2012. Le siguen Omega, con 526.046 movimientos certificados y, por último, Breitling, con 156.773 movimientos certificados, de los cuales, 35.448 son movimientos de cuarzo.
Los imperios de la relojería mundial
Entre los tres, Grupo Swatch, Richemont y Rolex representan el 45,8% del mercado mundial del reloj. Una cifra que va en aumento con respecto a 2011, dado que los tres miembros de este trío han arrebatado cuota de mercado a los que ocupan puestos inferiores. En cuarta posición, Fossil (EE.UU.) desbancó a LVMH, que entró un año antes a lo más alto de la clasificación gracias a su adquisición de la firma italiana de relojería y joyería Bulgari. Los tres agentes más importantes del sector relojero japonés (Citizen, Seiko y Casio) representan en su conjunto un 9,4% de la cuota de mercado, esto es, menos que Rolex por sí sola.
Las marcas suizas son las que más valor aglutinan
Según el estudio Best Swiss Brands 2013 publicado por el organismo Interbrand, un instituto de asesoramiento para marcas, dieciséis firmas relojeras figuran en la clasificación de las 50 marcas suizas con más valor. De hecho, dos de ellas están dentro de las 10 primeras. Como no podía ser de otro modo, se trata de Rolex y Omega. Rolex ocupa el quinto puesto de esta clasificación con un valor de marca estimado en 6.600 millones de francos, por detrás de Nescafé, Roche, Novartis y Nestlé. Omega aparece en décima posición, con un valor de 3.300 millones de francos. La constatación de Interbrand es inequívoca: «Suiza produce marcas fuertes desde hace ya mucho tiempo. Con su diversidad y su destacada capacidad de innovación, este país no tiene prácticamente igual en cuanto a valores como la calidad, la fiabilidad y la innovación». El método de cálculo de Interbrand analiza las marcas según su solidez financiera, su importancia en el proceso de decisión de la compra y sus puntos fuertes con respecto a la competencia. El instituto de estudios añade lo siguiente: «Gracias a su reputación intachable, la industria relojera suiza está perfectamente posicionada para aprovechar el crecimiento de la demanda mundial de productos de lujo». Una afirmación que debería permitir a los relojeros suizos seguir con su dinámica de crecimiento.
*Fuentes: Federación de la Industria Relojera Suiza (FH), Asociación Patronal de la Industria Relojera Suiza (CP), Banco Vontobel (Luxury Goods Shop marzo y mayo de 2013), Control Oficial Suizo de Cronómetros (COSC), Interbrand (Best Swiss Brands 2013).